Votan sus genes?

En esta época cercana a elecciones para la gobernación y concejo sería pertinente preguntarse no solo por quién votar sino también quien toma la decisión de por quién votar. Y no me refiero a si usted pudiera ser influenciado por la compra de votos o por la conveniencia o por los beneficios personales que pueda traerle la elección que tome. Me refiero a su elección impersonal y no parcializada, a la que haría guiado por sus verdaderas convicciones.
Este estudio realizado en la Universidad de Nueva York y la de California sugiere que dadas sus características de personalidad se verá influido a votar por un partido conservador o uno más progresista. Si además usted piensa que buena parte de su personalidad se ve influida por la herencia, es decir identifica en su personalidad las formas de actuar y pensar de sus progenitores y ancestros, estamos cerca de afirmar que la elección política se ve fuertemente influenciada por la herencia. Un hallazgo que no sorprendería ya que la filiación política muchas veces se extiende a la familia y grupos emparentados de forma cultural.
Lo sorprendente del estudio citado es que relacionó esta toma de decisión política con un área del cerebro cuya formación estaría determinada desde antes del nacimiento y cuya estructura estaría fuertemente influenciada por los genes. Esta área, denominada cingulada anterior, determina nuestra capacidad de adaptación al cambio.
Las personas progresistas presentan mejor desempeño en tareas que involucran esta área cerebral con tareas donde la flexibilidad y la adaptación a situaciones nuevas son importantes. Estas personas en general presentaron la misma filiación política.
La próxima vez que vaya a votar pregúntese no solo por quién votar sino quien va a votar por usted. La respuesta debe incluir un nuevo actor, los genes.
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