Thursday, October 25, 2007

Herramientas mentales en el mundo animal


Todos los seres vivos poseemos herramientas de conducta con las cuales resolvemos los problemas de supervivencia que nos plantea nuestro organismo y el entorno.
La simple observación nos permite deducir que las capacidades y productos de las herramientas mentales humanas exceden las de otros seres vivos. No obstante, cada vez con mayor frecuencia, la psicología evolutiva y la psicología comparativa nos presentan, con observaciones de campo y experimentos controlados, evidencia de herramientas mentales complejas fuera de la especie humana, sobre todo en otros tipos de mamíferos. Incluso hoy en día muchos de nosotros nos atreveríamos a ver ejemplos de precursores de la mente humana en los simios.
En este experimento, llevado a cabo con cuervos, se les proporciona alimento que solo puede ser extraído de un tubo con la ayuda de un alambre curvado. Al ofrecer a los cuervos alambres rectos y curvados estos aciertan en escoger los alambres curvados para extraer el alimento. ¿Que cree usted que hará este cuervo llamado Betty cuando no tenga disponibilidad de alambres curvados y solo encuentre alambres rectos?. Veamos la respuesta aquí.
Aunque no se pueda confirmar plenamente por el momento, las herramientas mentales que parece estar usando Betty incluyen la planeación y capacidad de autorreconocimiento.
Los cuervos además poseen la capacidad de engaño y de interacción social.
Parece entonces que las herramientas mentales evolucionan en donde se las necesita y no son propiedad exclusiva de una especie.

Tuesday, October 2, 2007

¿Mas allá de la ciencia ? James Randi (Randi VS Uri Geller)

Nuestro cerebro no es infalible, es propenso al engaño, bien sea externo, como sucede con la magia, o interno como sucede con las ilusiones ópticas, en donde el cerebro agrega u omite información de la fuente.

The world without us


Lejos de lanzar un mensaje alarmista, algunas de las imágenes del planeta sin la especie humana parecen perturbadoramente tranquilizantes.

El periodista Alan Weisman se dió a la tarea de interrogar autoridades en diversos campos científicos para describir una Tierra en donde desaparece súbitamente la especie humana.

En el libro, la causa de la extinción ya no importa, pero las consecuencias sí.

A pesar de la lenta depuración de los contaminantes dejados por los seres humanos, otros seres vivos continúan su camino.

Tomando como referencia New York, el libro describe la transformación física y biológica de su entorno, una vez nos marchamos . El mensaje no puede ser mas claro: aún sin la maravilla evolutiva que llamamos Hombre la vida sigue adelante, el planeta perdura.

El argumento recuerda a la eminente bióloga Lynn Margulis cuando aseveró que aunque ocurriera una extinción bélica nuclear de la especie humana, seguirían persistiendo formas de vida capaces de repoblar el planeta y evolucionar.

En este planeta por primera vez una especie tiene la opción consciente de escoger y regular sus relaciones con el entorno. La nuestra es esa especie, con amplias capacidades de anticipación y se encuentra en los límites de su expansión. Solo esa capacidad anticipadora le permitirá no desbordar su equilibrio con el medio. De otra forma el equilibrio poblacional se impondrá desde fuera, de formas poco atractivas como la extinción, genocidio, guerras, etc.

Con este libro, Weisman nos hace una invitación, sensible y científicamente fundamentada, a encontrar nuestro lugar en la naturaleza y a sentir respeto por el entorno físico y biológico que nos rodea.

¿Tendremos la capacidad de entender y escoger?