Sunday, August 31, 2008

Chris Jordan. Autorretrato Americano





Exposición del fotógrafo Chris Jordan que presenta, en cifras e imágenes,el consumo de los americanos.

Para poner un solo ejemplo, satisfacer la demanda de papel del correo basura de los Estados Unidos implica talar cien millones de árboles al año.

En la fotografía se aprecian los 426.000 teéfonos celulares que se desechan a diario sólo en ese país.

Jordan trabaja actualmente para presentar en su próxima obra asuntos medioambientales globales.


Thursday, August 28, 2008

Timelapse


Grandeur Nature 2007 timelapse movie from ridindave on Vimeo.

Timelapse es una técnica de animación cuadro por cuadro, en su web oficial española se pueden apreciar espectaculares animaciones de procesos naturales y de factura humana.

Saturday, August 16, 2008

Los océanos se pudren

Cuando un ecosistema recibe un exceso de productos orgánicos se desarrolla un proceso de aumento del número de bacterias que los descomponen. A este proceso se le conoce como putrefacción. Cuando ocurre a gran escala en un ecosistema acuático, se consume todo el oxigeno disuelto en el agua, y desaparecen la especies que lo respiran.

Según un estudio de los científicos de la universidad William and Mary, en Virginia, y de la universidad de Gotemburgo en Suecia, y publicado en la revista Science, ese proceso de putrefacción es precisamente lo que está sucediendo en los océanos del mundo.

Agregado a la sobrepesca, a la contaminación y al calentamiento global de las aguas, se ha comprobado un fenómeno de presión medioambiental derivado del vertimiento de derivados de los fertilizantes, que han ocasionado que las zonas muertas del océano hayan aumentado de 4, a comienzos de siglo, para pasar a 405 según la última medición recogida en la publicación.

¿Está cambiando Google nuestra forma de pensar?


Recientemente, en el Blog como todos...asuntos varios, se nos invitaba a que expresáramos nuestra opinión sobre si un libro es capaz de cambiar nuestra vida, y a que hiciéramos el listado de 10 de estos libros.

Mi opinión fué, que la posibilidad de un cambio en la vida despertado por un texto es muy improbable, y que tal vez leemos para reforzar lo que ya somos.

Sin embargo encuentro hoy, en la revista Arcadia, un artículo de Nicholas Carr titulado ¿Sera que Google nos esta volviendo estoopidos? . En donde se plantea la posibilidad de que los hábitos de lectura y el tipo de lectura que se realiza en la red estén configurando nuestras redes neurales y forma de pensar.

El autor refiere una serie de síntomas que viene padeciendo y que también padecen otros Bloggers y escritores conocidos. Todos han perdido la capacidad de leer textos largos de forma concentrada y reflexiva. Pareciera que han comenzado a leer de igual forma a como se navega en la red. Agrega Carr que, “Alguna vez fuí buzo y me sumergía en océanos de palabras. Hoy en día sobrevuelo a ras sus aguas como en una moto acuática”.

Tal parece que los medios de transmisión de la información, no solo ponen a nuestra disposición los contenidos, sino que configuran en sí mismo la forma de pensar, las redes neurales y tal vez las conductas sociales correspondientes.

Según esto, los libros y todo medio de difusión de conocimiento si modifican nuestra vida, pero de una forma más sutil y trascendental de lo que pensábamos.

Por el momento Carr y su sus amigos no ha podido solucionar su déficit de atención y creo piensan de una forma similar a como lo hace el servidor central de Google.

Para finalizar confieso que venía notando cierto problemilla con mi hábito de lectura. He dejado los textos largos y ahora prefiero los cortos. Peor aún, leo en diagonal.

¿Padece o ha padecido usted del Síndrome de Déficit de Atención por Inducido por la Red (SDAIR)?

Googledislexia

La Lógica Oculta de la Vida. Neuroeconomía para todos los días




Neuroeconomía es una palabra no definida aún en el diccionario de la real academia de la lengua, pero que sí se encuentra en la Wikipedia, en donde se explica que:... “combina la neurociencias, economía y psicología para estudiar cómo la gente toma decisiones. La Neroeconomía busca establecer el papel del cerebro cuando evaluamos la toma de decisiones, clasificamos los riesgos y los beneficios e interactuamos con otras personas”.

La Neuroeconomia sería una disciplina que amplia los límites de la conducta instintiva humana.

Este concepto prácticamente abarca la conducta humana en su totalidad. En realidad la Neuroeconomía pretende explicar la mayoría de las conductas que tomamos y con ello aclarar también la organización emergente que se aprecia en las sociedades resultantes.

Un objetivo que no parece inalcanzable si tenemos en cuenta la evolución del conocimiento humano. Pero que si implicará una de las mas duras conciliaciones, que deberán hacerse entre las tradiciones científicas y las tradiciones humanistas en las próximas décadas.

En esencia las ciencias sociales, con toda su riqueza de ideas y relativismos, deberán empalmar con las ciencias “duras” y ponerse de acuerdo en métodos y resultados, aceptando de cada lado sus fortalezas y debilidades, a la hora de explicar el comportamiento humano y las interacciones entre sociedades.

Más importante aún, en la neuroeconomía o su secuelas podría recaer la responsabilidad de reorientar el comportamiento social hacia un equilibrio mutualista con el medio ambiente planetario.

El Economista Camuflado y La Lógica Oculta de la Vida son dos libros del economista Tim Harford en donde podemos apreciar, con la claridad y la amenidad necesaria para legos, las implicaciones de la neuroeconomía a nivel de la conducta social global y a nivel de las pequeñas decisiones individuales que la soportan. Por ejemplo, resulta sorprendente saber como la conducta sexual y social de las personas se modifica según la disponibilidad o escasez de uno de los sexos, o según sea la amenaza percibida de las enfermedaes de transmisión sexual, o como dicha conducta podría no cambiar y llevarnos a asumir riesgos, aparentemente irracionales, de acuerdo al beneficio y la necesidad individuales que padecemos.

Si también quiere saber cómo algunas industrias manipulan al consumidor y se aprovechan del valor de la escasez, de la falta de información o de nuestra ansiedad por el estatus, hay varios capítulos que le servirán de guía de supervivencia.

Harford explica cómo, dadas una serie de condiciones medioambientales, la mayoría de decisiones que tomamos son racionales, pero no necesariamente conducen al mejor de los mundos, peor aún, tal vez conduzcan a una sociedad racista o desigual, pero no irracional. No obstante, la conclusión del autor es esperanzadora y parece confiar en que la humanidad encontrará una salida no catastrófica a la encrucijada medioambiental en que se ha embarcado.

Esto me permite entonces ponerme trascendental y plantearles una pregunta:

¿Creen ustedes que hay esperanza para la humanidad y cuál puede ser el camino hacia cambio en la conducta de las personas? o ¿Ni siquiera es necesario formular esta pregunta?.