Tuesday, October 2, 2007

The world without us


Lejos de lanzar un mensaje alarmista, algunas de las imágenes del planeta sin la especie humana parecen perturbadoramente tranquilizantes.

El periodista Alan Weisman se dió a la tarea de interrogar autoridades en diversos campos científicos para describir una Tierra en donde desaparece súbitamente la especie humana.

En el libro, la causa de la extinción ya no importa, pero las consecuencias sí.

A pesar de la lenta depuración de los contaminantes dejados por los seres humanos, otros seres vivos continúan su camino.

Tomando como referencia New York, el libro describe la transformación física y biológica de su entorno, una vez nos marchamos . El mensaje no puede ser mas claro: aún sin la maravilla evolutiva que llamamos Hombre la vida sigue adelante, el planeta perdura.

El argumento recuerda a la eminente bióloga Lynn Margulis cuando aseveró que aunque ocurriera una extinción bélica nuclear de la especie humana, seguirían persistiendo formas de vida capaces de repoblar el planeta y evolucionar.

En este planeta por primera vez una especie tiene la opción consciente de escoger y regular sus relaciones con el entorno. La nuestra es esa especie, con amplias capacidades de anticipación y se encuentra en los límites de su expansión. Solo esa capacidad anticipadora le permitirá no desbordar su equilibrio con el medio. De otra forma el equilibrio poblacional se impondrá desde fuera, de formas poco atractivas como la extinción, genocidio, guerras, etc.

Con este libro, Weisman nos hace una invitación, sensible y científicamente fundamentada, a encontrar nuestro lugar en la naturaleza y a sentir respeto por el entorno físico y biológico que nos rodea.

¿Tendremos la capacidad de entender y escoger?

1 comment:

Leonardo Espitia said...

Doctor Mauricio,

Las reseñas que usted hace de los libros realmente animan a los lectores. voy a echarle un vistazo para ver si consigo el libro. Ya le contaré. ah, en Bogotá me compré El cerebro y el mito del yo, de Llinás. Cuando lo lea le cuento qué tal.

Un abrazo,

Leonardo.